Bestias salvajes

Después de todo 
éramos sólo unas bestias salvajes 
dispuestas a 
destruir
amar
soñar
dormir
reventar
vestir
suspirar
besar
conocer
caminar
trabajar
descansar
negociar
contemplar
construir
criticar
aceptar
disfrutar
renunciar
criar
aprender
bailar
complacer
jugar
reflexionar
beber
probar
enseñar
cultivar
perdonar
 escuchar
y leer

antes de empezar a morir.

Y quizás no seamos nada más que eso,
que en sí ya es más que suficiente.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario