Resucitar a Michael Jackson

comprar una caja de preservativos usados

jugar a la rayuela con los ancianos de la esquina

estudiar detenidamente el vuelo de las moscas

viajar alrededor del mundo disfrazado de cura

derrocar el salario de un rey

falsificar dinero con forma de papel higiénico

vivir en cámara lenta los momentos más felices

observar a las hormigas mientras duermen la siesta

permitir que el mar ingrese por la ventana y moje las sábanas

talar un rascacielos

estornudar algún trauma del pasado

conocer en persona al Pato Donald

bendecir a un grupo de soldados 

antes de que vayan al encuentro con el diablo

volver el tiempo atrás, morder la manzana 

y debatir con jehova

avisarles a los extraterrestres 

que si vienen nadie va a llamar a la policía

convertir al agua en vino y a las piedras en chocolate

escribir un poema que valga la pena

hacer del mundo un lugar mejor

o por lo menos mas redondo

y no tan cuadrado


 

Otra canción con sabor a dulce de leche,

otro pensamiento con forma de cuerno de unicornio,

otra sensación a clavo oxidado.


Cuando me voy a dormir, es cuando me despierto.

Cuando te leo, a veces me encuentro.


Otro termmometro con el mercurio en retrógrado.

Otro vínculo partido al medio.

Otra escalera que no llega a ningún lado.


Cuando sale la luna escucha el bravo sordo.

Cuando una mujer es golpeada,

una mariposa muere al otro lado del mundo.

Cuando se corta la luz, se apagan las sonrisas.


Otro lamento boliviano.

Otro club del que me siento expulsado.

Otro capítulo inconcluso de esta serie inacabable.


Si vas a comprar un auto,

asegurate que tenga cuatro ruedas,

las vas a necesitar.


Si vas a vivir,

asegurate de encontrar un proposito,

lo vas a necesitar..


Agite bien fuerte el producto antes de arrojarlo.

Ver la fecha de vencimiento al dorso del libro.

El que ríe último, se degrada mejor.


De qué tengo que hablar?

De mis cotidianos dramas emocionales,

de los incendios intencionados para comercializar la tierra,

de la crisis económica que genera la infinita cuarentena

y que deja a más de uno friendo trapos de piso para comer?


De que tengo que hablar?

de mis ideas poeticamente incorrectas

de las pibas que gritan ni una menos y cada día muere una más

de los campos de concentración para cerdos made in China,

de los humedales arrasados en Santa Fe,


de que tengo que hablar?

de lo inutil que me resultan la mitad de los posteos de las redes sociales,

de las mentiras que reproducen los miedos de comunicacion más iva,

de eso tengo que hablar?

Es eso lo que quieren escuchar?

De que me sirve dar lo que ahora no quiero recibir?

Por que buscamos consuelo en otro cuerpo,

por que buscamos refugio en las palabras que otro pronuncia?

Para poder escucharnos a través de otros labios?

Para escuchar lo que no podemos decir?

Para experimentar ese amor liviano de cuento de hadas?

Para no sentir el manotazo de la fría soledad en la nuca

mientras la lluvia nos toma por sorpresa?

De qué tengo que hablar para sentirme escuchado,

si los gustos y las opiniones son proporcionales

a la cantidad de huellas dactilares que hay en el mundo?

Será la necesidad de sentirme arraigado a la tierra

una vez que ya fui arrancado de raíz?

Será el oculto deseo de ser masivamente observado en la intimidad

mientras me hago esta frenética paja mental?

Serán las ganas de incendiar mi ropa para ir a un velorio desnudo?

De que tengo que hablar y con cuanta frecuencia tengo hacerlo

para no sentir que me estoy muriendo?


Irse al carajo es fácil

lo complicado siempre fue regresar