Que viva la solidaridad!!

Qué sería de esta vida en viaje sin el apoyo de la gente?

Cuanto de aquello que uno usa, viste, come y consume llegó en forma de donación de algún alma caritativa?

La ecuación es simple, dar aquello que tenemos para compartir con el otro. El viajero dispone de tiempo para compartir, quien lo agasaja en muchas oportunidades, busca conocer las entrañas y los detalles del universo de un soñador en pleno funcionamiento, o simplemente brindarle una ayuda a otra persona.

Cómo lo logras? Cómo empezaste? Cómo es que vives?
Suelen preguntar los amables curiosos con intriga, devolviendo una risa o una mirada atenta a cada respuesta. Esa unión entre ambos mundos, recientemente descubierta, son el combustible que renueva la esperanza y la fé de seguir construyendo de acuerdo a los dictados del corazón, del sentir, y de la intuición.

Si midiera mi tiempo en dinero sin dudas no haría esto. Si ellos hicieran lo mismo, de seguro no donarían ni una galletita de agua a un desconocido, y perderíamos ambos, la gustosa sensación que genera la interacción. Quebrar las estructuras, atenuar la frialdad social y el aislamiento progresivo y dejar de tragar la perpetua soledad con sabor agrio, son quizás algunos triunfos logrados, al salir a nado de la isla individual hasta el continente de la sociedad.

Estos eventuales encuentros, por más insignificantes, pasajeros y efímeros que parezcan, me dan fuerza para continuar haciendo algo que, verdaderamente disfruto, y que por lo tanto me hace felíz.













Gracias a todos aquellos que nos brindan una mano en nuestro viaje!!! Disculpen por no subir fotos de cado uno

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