Nexos


Me senté frente al fuego hasta que llegó,
Su sombra.

Fué la noche, 
la musa que me sumergió 
en el umbral del silencio

Silencio
de vital importancia para todo aquello que vibra

"Utiliza las horas en que gobierna el sol para tus actividades
Cocina, trabaja, lee, camina y comparte "
Sentenció amablemente de un bocado,
 la noche.
Quedando mi cuerpo inerte de la sorpresa

“En mis horas,
Responde tus preguntas personales 
meditando en el abismo 
de mi oscuridad
Escucha la música que te regalan los grillos

para relajarte 
y olvidar el tiempo

Eres uno entre muchos,
alcanza tu imagen 
en sus reflejos.

Alivia tus músculos 
al igual que tus penas.

Llora como el rocío, 
para que los jardines se nutran con tu brillo

Y si te pierdes, estira tu mano y no me sueltes.
Cierra tus ojos 
y despierta
Ya no hay miedos ni peligros
Todo has gobernado
Hundete suavemente en la penunmbra
Aquí no hay más infiernos 
que en tu imaginación
Sígueme 
y te daré la bienvenida 
a un mundo nuevo”

Dijo, 
mientras su voz se fundía con la mía.
Y me deje llevar, 
envuelto por un manto de vapor caliente

Niebla nocturna

Mis ojos dejaron de ver el cuerpo
Era una melodía flotando en la brisa
Mis músculos y huesos, 
perdieron el peso
Liberándome del suplicio de la gravedad
Entonces, 
en ese momento fui tan liviano 
y transparente como el aire
Y  navegué sin timón 
ni experiencia por el mundo.

La vida fué instante
Y cada instante, 
un regocijo de felicidad
Me sentí llama ardiente 
como un fuego sin riendas
Escuché el latido y la respiración de la tierra
Ví la sonrisa cálida de los árboles
 parpadeando intermitentes.
No había cemento,
 sólo monte 
en perpetua libertad.

Fui dios y fui angel
Fui parte de todos 
y todos fueron parte de mi.

Hasta que el dia venció a la noche
Iluminando el velo.
Y mi cuerpo derrumbado
 cayó del cansancio
 al suelo,

por haber explotado 
de tanta vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario