y el eco de sus alegrías se expandió
por
los Colorados
¿Cuáles
campanas? Si no hay iglesia
solo
una escuela y una capilla
y panes caseros amasados
por
tres personas al mismo tiempo
en
rodillos de madera que en otros pueblos duermen en el museo.
Hornos
de barro, quesillos en los cordeles
y chivos pastando polvo con espinas.
Desierto
rojo, luna plateada
corazones
del tamaño de una galaxia
Ya
nos fuimos, quizás nunca regresemos
aunque
una parte mia álla quedado
por
sus calles deambulando,
Pueblos
chicos, paraisos grandes.
Ocho
horas de luz al día
funcionando
con un motor gigante
Viviendas
despiertas hechas con durmientes
que
un tren fantasma dejó plantados.
Con
el tiempo mis recuerdos se van oxidando
Y
es por eso que les escribo,
para
que de alguna forma el tiempo no me arrebate de un soplido
mis
viajes y mi pasado.
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