Alta en el cielo

Con fuerza
en la cara
me escupieron
su tibio flan
de caca y pis
las palomas
de la plaza Rivadavia.

Si pisar un sorete de perro trae suerte,
entonces ser cagado por una paloma es una bendición.

Hoy es un buen día, pensé,
las aves me eligieron a mí.



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