Con fuerza
en la cara
me escupieron
su tibio flan
de caca y pis
las palomas
de la plaza Rivadavia.
Si pisar un sorete de perro trae suerte,
entonces ser cagado por una paloma es una bendición.
Hoy es un buen día, pensé,
las aves me eligieron a mí.
Descripciones, visiones, pensamientos y emociones resultantes de más de media década recorrida por un argentino a pie, en bicicleta y en barco por tierras sudamericanas. Inicié este Blog para compartir la belleza que vibra en cada instante y la ceguera colectiva que oprime nuestra condición más humana. Aquí el observador comienza a ser observado, por el lente agudo del lector y aquello que escribo no son más que los fragmentos mentales de un caminante...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario