Portal de mi libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.

Miguel de Cervantes. Don Quijote



Estirar los brazos para rodear la nuca,
inclinando la espalda hasta el suelo,
conectando los filamentos
a través de la piel
a mi único hogar,

la tierra.

En el mar,
en la arena,
en el cemento de un pueblo,
en el cartón amigable,
y acolchonado de la ciudad.

Decidir cuándo poder reclinar la espalda
es el mayor deseo de este negro rebelde
que trabaja para retornar,

al descanso.


Cangrejo de pinzas fuertes,
lunático de mirada perdida.


Y al sol, al sagrado sol, lo necesito tanto,
como un testículo necesita al aire libre,
o una tortuga a su caparazón.

Cada día, horas al sol,
para quemar la locura,
de tumbarme en la calle
y pedalear en la ruta
sin planificar a donde llegar.

¿Quién puede calmar el mar?


¿Cómo logras detener una ola?


¿Quién dirige a las hormigas


y quién sabe hacia donde van?




La Quebrada de las Conchas - Salta


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