Abrazamos al que está de paso, sin siquiera conocerlo.
Brindamos lo que somos y amamos hacer
porque esto es lo que mejor nos sale.
Y si nos sale mal, es que aún estamos aprendiendo.
El arte callejero es un TRABAJO
y si la calle es pública, entonces es de todas y de todos
y cualquier vereda, plaza o parque son posibles escenarios,
para regalarte una broma,
desnudar una sonrisa
o compartir melodías musicales.
Los juguetes volarán por el aire,
los músicos cantarán sus maravillas
y los artesanos harán de cada pieza una obra única e irremplazable.
Poetas, vendedores ambulantes, locas y locos,
payasos, acróbatas, cuenta cuentos,
juglares, bailarines, bufones y magos,
son algunos integrantes de esta gran familia.
Ayudanos en esta lucha, para que nadie nos corte las alas,
porque trabajar al aire libre es cultura, y no un delito.
Porque existimos antes de que nazcan las leyes.
Porque el arte a TODOS y TODAS,
nos vuelve un poco más humanos.
Malabareando en Quito - Ecuador |
( Me manifiesto en contra de la prohibición del arte en la vía pública.
Que no sea ley en Buenos Aires, en Argentina, ni en ningún lado)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario