Parque Unzué

    Era una tarde de sol y un joven se encontraba sentado frente al río. De pronto una paloma descendió de un árbol de eucaliptus y comenzó a hablar:
-"Hey muchacho, que hacés?, querés escuchar el cuento de la buena pipa?- a lo cuál el joven, con cara de rabanito seco le contestó que sí.
- De verdad querés escucharlo?.
- Sí, dale larga el rollo que no tengo mucho que hacer. Estoy matando el tiempo acá.
- Bueno pero mirá que es largo y me tenes que prestar atención hasta el final, eh?
- Ya te dije que sí, paloma. Contalo y dejate de joder.
- Ah bueeeno, si te ponés así de nervioso yo me voy pa` las casas nene.-

    Entonces la paloma ascendió volando en círculos hasta su nido que se encontraba entre las últimas ramas del árbol. Extrajo de la paja una pipa de tagua con un Che Guevara tallado y le dio mecha a unos cogollos bien secos. El flaco mientras la observaba desde el suelo pensaba: "Y después se quejan cuando uno les dice ratas con alas. Encima que nos roban la cosecha no te invitan ni una seca".


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