Renacimiento

¿Viste como se desintegra el cemento cuando llueve?
Cae la estructura de los muros como un pesado ancla sobre el asfalto de la vía pública.
Es evidente, la civilización por enésima vez esta cayendo, y nacen ríos blancos, como esclerótica ocular de pintura sintética lavada por las precipitaciones.
Ya no hay tiempo de ver el sol, han descendido las cortinas del ocaso.

La alegría es nuestra exclaman la fauna y la flora.
Le llegó el invierno a la plaga humana.
El vagón se detiene en su última estación.
Hemos sido sordos al chillido de la alarma durante demasiado tiempo.
Hemos ignorado la posibilidad de tomar un sorbo de conciencia.
Es hora de pagar las cuentas.
Ya no habrá más sábados en nuestra semana.

Nos diluimos lentamente como sangre en el mar, en el silencio de un crepúsculo nublado.
La piel y los huesos regresan a fundirse con la tierra.
La energía que nos mantenía vivos se dispersa entre los infinitos senderos del cosmos.

Contemplo centenas de ráfagas luminosas en el cielo,
¿Serán meteoritos ESPECIALES o serán naves ESPACIALES?

Ya no siento ningún sabor en el paladar. Ningún aroma dilata mi olfato.
Ya no siento vértigo en la decisión que debo tomar.
Recuerdo saberlo, es preciso soltar la materia.
Ya no seré yo, y eso no me despierta ningún miedo.
Ya no seré yo, para renacer primero tengo que estar muerto.

Sólo quién se autodestruye es capáz de reparar el daño.
Es momento de sanar las heridas que les cause a los otros.


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