Asco

De todas las absurdas modas,
es la injusticia la única que me indigna.

Me dan asco sus corbatas limpias,
me dan asco sus títulos inmorales,
me dan asco sus encubrimientos,
me da asco que su dios sea el dinero
y le rindan culto en la oficina de turno.
Me da asco que de mentes podridas dependa
la justicia del Estado.

¿A quienes representan sus intereses?
¿A quienes obedecen sus discursos?
¿A qué temperatura se estarán incinerando sus almas
para dejar absueltos a los culpables de tan siniestro femicidio?

Vos decís,
¿De qué sirve decirlo?
Yo me pregunto,
¿De que ha servido callarlo?

Lucía esta muerta y eso no le mueve ni un pelo a la Justicia.
Desgraciadamente Argentina es una sociedad enferma
que se niega a tomar la pastilla.

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