El arte de escribir al pedo ( n° 2)

Escribir es parecido a conversar con un papel y una lapicera. Antes creía que era oficio de los seres solitarios, personajes de pocas amistades o demasiado intelecto. Al principio leía y no quería escribir porque pensaba que era como poner la vida en pausa. Ahora siento que ni leyendo ni escribiendo consigo detener el tiempo. Tampoco crea que lo pierda, o que ambas actividades sean sinónimo de no estar haciendo nada, o de saber demasiado.

Para leer hay que ejercitar la concentración, la paciencia y las ganas de escuchar internamente a otro. Para escribir hay que aprender a describir la realidad, conociendo previamente los símbolos del lenguaje. Y no es más que eso. Lo escrito será interesante o no, de acuerdo al interés del lector, a la técnica utilizada y también de acuerdo al mensaje que pretenda ser transmitido. 

Se escribe para transmitir, se transmite para comunicar, se comunica para conectar, se conecta para unir, y se busca unir para ser parte de las otras partes. Sea de política, religión, sociedad, economía, arte o viajes. Sea del tema que sea. La razón profunda de escribir es conectarnos los unos a los otros, y en eso se resume la esencia más pura de la existencia. El amor es la unión y la unión es la fuerza. O eso es lo que me pintó escribir en este preciso instante. 





No hay comentarios.:

Publicar un comentario