De qué tengo que hablar?

De mis cotidianos dramas emocionales,

de los incendios intencionados para comercializar la tierra,

de la crisis económica que genera la infinita cuarentena

y que deja a más de uno friendo trapos de piso para comer?


De que tengo que hablar?

de mis ideas poeticamente incorrectas

de las pibas que gritan ni una menos y cada día muere una más

de los campos de concentración para cerdos made in China,

de los humedales arrasados en Santa Fe,


de que tengo que hablar?

de lo inutil que me resultan la mitad de los posteos de las redes sociales,

de las mentiras que reproducen los miedos de comunicacion más iva,

de eso tengo que hablar?

Es eso lo que quieren escuchar?

De que me sirve dar lo que ahora no quiero recibir?

Por que buscamos consuelo en otro cuerpo,

por que buscamos refugio en las palabras que otro pronuncia?

Para poder escucharnos a través de otros labios?

Para escuchar lo que no podemos decir?

Para experimentar ese amor liviano de cuento de hadas?

Para no sentir el manotazo de la fría soledad en la nuca

mientras la lluvia nos toma por sorpresa?

De qué tengo que hablar para sentirme escuchado,

si los gustos y las opiniones son proporcionales

a la cantidad de huellas dactilares que hay en el mundo?

Será la necesidad de sentirme arraigado a la tierra

una vez que ya fui arrancado de raíz?

Será el oculto deseo de ser masivamente observado en la intimidad

mientras me hago esta frenética paja mental?

Serán las ganas de incendiar mi ropa para ir a un velorio desnudo?

De que tengo que hablar y con cuanta frecuencia tengo hacerlo

para no sentir que me estoy muriendo?


Irse al carajo es fácil

lo complicado siempre fue regresar



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